lunes, 28 de septiembre de 2009

domingo, 20 de septiembre de 2009

viernes, 18 de septiembre de 2009

Sin sentido II


Sin sentido, tanta ignorancia. Sin sentido, mis gestos. Sin sentido, la risa falsa. Sin sentido, la soledad. Sin sentido, los disfraces. Sin sentido, las máscaras. Sin sentido, no haber sentido. Sin sentido, que te hayas muerto. Sin sentido, no poder leer todos los libros que no llegaré a leer. Sin sentido, que me mires y no me veas. Sin sentido, no poder llegar a conocer cada m2 del planeta. Sin sentido que en el medio de tanta mierda no estés tu.
Sin sentido, sentir que me ahogo, por tanto sentir.

Cojéeme la mano, que me largo.


martes, 8 de septiembre de 2009

Atlântico



Vir de um País pequeno banhado pelo Atlântico, por vezes, é como vir de outro planeta, ou pelo menos, no que diz respeito ao tipo de humor.
O humor negro que me salvou tantas vezes de mim mesma.
Usado entre nós para combater a tristeza e a mediocridade da vida.
A acidez saudável, de substituir a raiva e a dor, pelo riso.
A forma de converter o inevitável indesejado, em mais um argumento para o aceitar.
Começo a pensar se o humor nao estará directamente ligado à intensidade da maresia.
Porque aqui no Mediterrâneo, o mar nao tem cheiro, e já agora, nem marés, nem ondas para surfar.
Só sal. Como as lágrimas.
E eu, já estou farta de lágrimas, e também, já nao preciso que me entendam.
Quero-me rir, e de preferência, a começar por mim mesma.
“E venham mais cinco”.


Porra, que saudades vossas...


domingo, 6 de septiembre de 2009

Y el chocolate espeso.


Cuando salí de casa por la mañana, escuché la harmónica del afilador.
Y si, claro que llovió.
Después, he cogido un avión...
Algunos le llaman despedirse.
No sé como llamarle.
Creo, que para una despedida hacen falta dos pares de brazos y un montón de valor, y tu, tu ya no estás. Y yo, yo, no soy tan valiente.
No fui a despedirme de ti. Fui para poder verte en el rostro de cada amigo que lloraba tu ausencia.
Si estuvieras ahí te habrías reído al ver como nos abrazamos, lloramos y nos emborrachamos, gente que estaba enfadada hace años y ya ni se acordaba del porqué.
Brindamos a ti, algunos de nosotros con su botella y no su vaso, y agua salada se mezcló con el Alvariño.

No fue ahí, sino más tarde, que me he dado cuenta de algo: Aparte de que una gran amistad se puede llegar a confundir con pasión, también, llevarse bien con alguien, se puede confundir con amistad.
Y ahora que lo entiendo(cada uno tarda su tiempo...) me siento más tranquila, pero también te echo mucho más de menos.
Me quedo con 17 años de memorias buenas, tu mala ostia, tu amistad y tu risa contagiosa.
Y como me ha dicho un amigo - Las cosas claras. Y el chocolate espeso, por favor.

Anti....qué?


Supongo que, en breve, ya estará disponible todo el kit: “Vida anticrisis”.
Albergo la secreta esperanza de que, en el, se incluya un corazón anticrisis.
Descuiden, si tengo alguna noticia, ya os pasaré el numero de teléfono.